Los delfines rosados o toninas, una emblemática especie en peligro

En las corrientes de agua del Meta se puede observar la majestuosidad del delfín rosado o tonina (Inia geoffrensis), el platanistoideos más grande del mundo, en agua dulce que según la Lista Roja de la UICN, es una especie en peligro.

Las toninas se identifican por su característico color que pueden variar entre gris y rosado, este último color se intensifica con la actividad física, como un mecanismo para regular la temperatura corporal, pero retorna a su coloración original, una vez

finalizada la actividad. Posee un cuerpo flexible y robusto; tiene un hocico largo y estrecho con 106 dientes aproximadamente.

En los llanos orientales se pueden avistar en los ríos Guayabero, Yuca, Manacacias, Tavilla y Meta. Estos mamíferos marinos se han visto gravemente afectados por la mala práctica de pesca, la minería ilegal el incremento en el tráfico de embarcaciones de transporte de pasajeros y mercancías, la deforestación y la caza indiscriminada.

Según la Fundación Omacha, ONG ambiental que estudia, investiga y conserva la fauna y los ecosistemas acuáticos y terrestres de Colombia, las principales amenazas para esta especie, están relacionadas con las interacciones negativas con los pecadores puesto que son percibidos como competencia por los recursos pesqueros, motivo por el cual son envenenados o cazados.

“Los machos son un poco más grandes que las hembras, alcanzan más o menos los dos metros y medio. Utilizan la ecolocalización para poder cazar, principalmente peces como las Pirañas y Payaras”. Juan Sebastian Bohorquez médico veterinario y zootecnista

En un proyecto de investigación realizado por Cormacarena y la Fundación Omach denominado “Guía de Observación de Toninas y Turismo Fluvial”, determinaron que la contaminación del agua a causa del mercurio, utilizado en la extracción minera, ocasiona que este metal tóxico se adhiera al tejido de los peces y posteriormente afecte a los carnívoros que se alimenten de ellos, como los delfines e incluso los seres humanos.

Además de cumplir un papel importante en el ecosistema, también son especies que generan ofertas turísticas en las áreas donde habitan naturalmente, motivo por el cual se hace necesario la observación responsable de cetáceos como herramienta que garantiza el bienestar del animal y la seguridad de las personas que disfrutan de la actividad.