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La zaranda, juego autóctono de los llanos


Fotografías: Alcaldía de Cabuyaro

En los llanos de Colombia y Venezuela la Semana Santa no solo es un momento litúrgico de reflexión, se trata de la época donde los juegos autóctonos de estos territorios también tienen una participación activa en la tradicional celebración.


Cabuyaro, municipio del departamento del Meta, es uno de los lugares donde se continúa realizando estas práctica recreativa y ancestral tales como la zaranda, un juego que antiguamente era exclusivo para las mujeres.


Según Auradela Silva Pérez, gestora cultural de la música llanera en Cabuyaro y portadora de los cantos de trabajo de llano, la zaranda es originaria de los grupos indígenas Achagua, que se ubicaban en las cuencas de los ríos Casanare, Ariporo y Meta.


El nombre de este juego proviene de una mata de cuyo fruto seco la fabrican, el cual es atravesado por una vara. En la parte superior del palito se enrolla un cordel que al jalarlo hace girar la zaranda.

“Se le hacen dos agujeros hacia los lados de la totuma, para que tenga un mejor zumbido. Así mismo se hacen otros dos agujeros, uno arriba y el otro abajo bajo, para que sea serenita”, explicó Auradela Silva, quien también fabrica este elemento tradicional.

Años atrás era común ver hasta 10 familias llaneras reunidas los días santos mientras jugaban. Las mujeres eran quienes dominaban la zaranda, mientras que los hombres las acompañaban con los trompos, en un espacio de alegría y diversión.

“En aquellos tiempos eran juegos entre familias, integraciones en los fundos donde se reunían hasta 10 familias enteras a jugar en los patios el trompo y la zaranda.”, dijo Auradela Silva

Actualmente existen concursos y festivales, donde se determina al ganador bajo los siguientes parámetros: la zaranda serena, la más sonora (Rumbadora o Sonora), la más tatareta y la zaranda pequeñita, entre otras.

Esta práctica continúa preservándose en los departamentos del Meta, Casanare y Vichada.