Mujeres Sikuani modernizan la producción de su alimento ancestral: el mañoco y el casabe
- We Love Villavo

- 4 oct
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Después de un recorrido de más de siete horas desde el casco urbano de Puerto Gaitán, el director de Cormacarena, Jhorman Saldaña, llegó hasta el resguardo indignada El Tigre para entregar 120 ralladoras de yuca que transformarán las labores cotidianas de las mujeres del pueblo Sikuani.
“Entregamos al resguardo indígena El Tigre 120 ralladoras de yuca que facilitan el trabajo de la mujer indígena, proveedora del alimento para las comunidades. Esta es una manera de apoyar actividades que permiten a las familias vivir en armonía con la naturaleza, respetando sus costumbres y tradiciones”, destacó el director de la corporación durante la jornada.

La comunidad del resguardo El Tigre está conformada mayoritariamente por el pueblo Sikuani, donde las mujeres desempeñan un papel esencial en la siembra, el cuidado y la transformación de los productos cultivados en la chagra o conuco. La yuca brava, base de su alimentación, es el principal ingrediente para preparar casabe, mañoco y fariña, alimentos fundamentales de su cultura y sustento diario.
Consciente de las dificultades que enfrentan estas comunidades para producir sus alimentos tradicionales, Cormacarena entregó estas máquinas que representan un cambio significativo: reducen el esfuerzo físico, agilizan el proceso de rallado, incrementan la producción y abren la posibilidad de generar ingresos mediante la comercialización de los productos.

Sobre el impacto de esta entrega, Yeison Estrada, miembro de la comunidad, expresó:
“En el día a día, las mujeres van a descansar de las manos, para sacar mañoco y casabe.”

Por su parte, Rosalba Estrada León, docente del resguardo, agradeció la gestión de la corporación:
“A nombre de todas las mujeres indígenas del resguardo El Tigre, agradecerle a Cormacarena, al director que hoy nos trajo las máquinas ralladoras.”

Esta iniciativa hace parte del compromiso de Cormacarena con la sostenibilidad y la protección ambiental en el departamento del Meta, promoviendo el trabajo conjunto con las comunidades indígenas. Al integrar herramientas tecnológicas con prácticas ancestrales, se fortalece no solo la economía local, sino también la preservación de la cultura Sikuani y su relación armónica con la naturaleza.


























