La tingua azul cada año hace un viaje con el que puede extraviarse o morir
La Tingua Azul, científicamente conocida como Porphyrio martinica, es un ave de tamaño mediano, que tiene el pico rojo y amarillo y posee un llamativo plumaje de color verde, purpura y azul, que le hace honor al nombre con el que popularmente se le conoce.
En Colombia habita en los llanos orientales, en humedales y zonas pantanosas. Sin embargo, entre octubre y abril miles de ellas llegan a la capital del país, buscando refugio y alimento. Pero durante el mes de enero y febrero es cuando un mayor número de estas aves llegan a la ciudad de Bogotá.
Algunos expertos aseguran que la Tingua Azul emprende este largo viaje debido a que en la temporada de lluvias los humedales se inundan al punto en que conseguir su alimento se vuelve una tarea prácticamente imposible. Pero emigrar no es una tarea sencilla.
Cada año la Secretaría de Ambiente de Bogotá hace un llamado a salvaguardar la vida de estas aves ya que muchas de ellas se extravían y terminan en tejados, parques o en vía pública.
Las tinguas azules, que no miden más de 33 centímetros, debido al largo viaje que ocasiona un alto desgaste energético, busca descansar en los humedales bogotanos, pero al no encontrar fácilmente estos espacios caen rendidas. Otras chocan contra las ventanas de los edificios al confundirlos con espejos de aguas, ocasionando graves fracturas o en el peor de los casos, su muerte.