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Vino de Guayaba el emprendimiento llanero que la está rompiendo en Colombia


En la encantadora región del Ariari, donde las tribus guayupe una vez habitaron, surge un emprendimiento innovador que fusiona la tradición agrícola con la visión de futuro, el vino de guayaba; esta fruta que hoy se erige como una joya en la región y es que además de ser rica en vitamina C, fibra y antioxidantes es un completo manjar, su pulpa jugosa y fragante es el lienzo perfecto para la creación de este deleite gastronómico.


Detrás de la creación de este exquisito vino se encuentran el ingenio de Alexander Useche y la incansable dedicación de su esposa Sandra Montoya, ambos miembros destacados de la Asociación de Mujeres Rurales Progresistas de Oro (ASOMUPRO).

Con un respaldo entusiasta de 22 mujeres rurales, entre ellas Leydi López, Elsa Mendoza, Irma Bernal, Catalina Palacios, Gisela Montoya, Alejandra Useche, y muchas otras, el proyecto nació de la motivación compartida de aprovechar los excedentes de producción, mejorar los ingresos económicos y ofrecer a la sociedad un producto de calidad que refleje la identidad cultural de la región.


El proceso de elaboración del vino de guayaba es una obra maestra en sí misma. En la región ariarense, de clima trópico húmedo ideal para la fermentación de la fruta madura en el árbol, la guayaba pasa por un riguroso proceso de fermentación durante tres meses. Posteriormente, los líquidos obtenidos se decantan y se trasladan a barriles de madera de roble canadiense para completar un añejamiento de un año y medio. Solo después de un meticuloso trasvasamiento, el vino se envasa, etiqueta y está listo para su disposición final.

Aunque única en la región, este emprendimiento ha enfrentado diversos desafíos. Desde problemas tecnológicos hasta barreras culturales y legales, ASOMUPRO ha sorteado estos obstáculos con el apoyo institucional de las secretarías de agricultura a nivel municipal y departamental, junto con los recursos de sus propias economías familiares.

Sandra Montoya, una de las impulsoras del proyecto, comenta: "El concepto favorable del INVIMA a nuestras instalaciones es el mayor triunfo. Compensa los esfuerzos de construir una planta de producción en medio de una región agrícola, cumpliendo con todas las normativas de higiene sin afectar el medio ambiente".

La aceptación en la comunidad ha sido sorprendente. Aunque no tiene tradición en el consumo de vino, la calidad del producto ha generado expectativas de empleo y un sentido de orgullo por tener un producto regional. En eventos de ferias y mercados campesinos, la comunidad se deleita con el sabor, aroma y textura única de este vino, extraído de una fruta común y poco aprovechada.


A mediano y largo plazo, ASOMUPRO vislumbra la producción de derivados de la guayaba, como dulces y licores, con el objetivo de diversificar su oferta. El reconocimiento institucional y gubernamental ha sido fundamental en este camino, con un especial agradecimiento a la oficina de la mujer de la Gobernación del Meta.

En un llamado a las y los emprendedores de la región, Sandra concluye: "No espere un momento más para echar a volar sus sueños de emprender, de transformar los productos agrícolas valiosos de nuestras tierras. Tenemos una región de posibilidades universales, solo necesitamos trabajar, gestionar, participar y creer en una sociedad digna para nuestros hijos y para nosotros".

Quien desee comprar el delicioso vino de guayaba Fuente de Oro puede comunicarse al +57 310 7630553 para realizar su pedido. Tambien pueden seguir su trabajo en Instagram como @vinofuentedeoro.


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