Corte Constitucional ratifica prohibición de corridas de toros y prácticas con maltrato animal en Colombia
- We Love Villavo
- 4 sept
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Actualizado: 20 oct
La Corte Constitucional de Colombia, en una decisión histórica y unánime de su Sala Plena, declaró ajustada a la Constitución la Ley 2385 de 2024, conocida como la Ley “No Más Olé”, que establece la prohibición definitiva de las corridas de toros, el rejoneo, las novilladas, las becerradas y demás espectáculos taurinos en todo el territorio nacional.
La norma, aprobada por el Congreso y sancionada por el presidente Gustavo Petro en 2024, había generado un intenso debate entre sectores defensores de los derechos de los animales y quienes consideraban estas actividades como parte del patrimonio cultural.
Prohibición extendida a otras prácticas
El alto tribunal no se limitó a ratificar la prohibición de los espectáculos taurinos, sino que extendió la medida a otras expresiones populares que implican maltrato animal, entre ellas:
Cabalgatas
Toros coleados
Corralejas
Peleas de gallos
La Corte argumentó que estas actividades atentan contra los principios constitucionales de dignidad humana, bienestar animal y protección de los seres sintientes, reafirmando que la tradición cultural no puede justificar el sufrimiento de los animales.
Transición hasta 2028
Con el fin de mitigar el impacto económico y social en las comunidades que dependen de estas prácticas, la Corte estableció un plazo de transición de tres años. Durante este periodo, que se extenderá hasta 2028, las actividades podrán seguir realizándose mientras se desarrollan planes de reconversión cultural y laboral para los sectores afectados.
Esta medida busca brindar alternativas a ganaderos, criadores, comerciantes y familias que han encontrado en estas tradiciones su sustento económico.
Respaldo institucional y social
La Ley “No Más Olé” contó con respaldo de entidades como la Procuraduría General de la Nación, la Defensoría del Pueblo y la Alcaldía de Cali, que habían solicitado a la Corte avalar la norma. Estas instituciones coincidieron en que la protección animal debía primar sobre la permanencia de espectáculos que generan sufrimiento.
Por su parte, organizaciones animalistas celebraron el fallo como un triunfo histórico, mientras que sectores taurinos y coleadores expresaron preocupación por la afectación económica y cultural que la decisión implica.
Un cambio cultural en el país
Con este fallo, Colombia se alinea con una tendencia global que cuestiona y revisa tradiciones asociadas al maltrato animal. Países como México, Ecuador y España han adelantado debates similares en torno a la tauromaquia y otras prácticas.
La Corte subrayó que el país enfrenta un punto de inflexión cultural y jurídico, que redefine el concepto de identidad y patrimonio cultural, orientándolo hacia formas de celebración y entretenimiento respetuosas con la vida y la dignidad de los animales.
Contexto histórico
La tauromaquia en Colombia llevaba más de un siglo de práctica y había sido declarada constitucional en varias ocasiones por la Corte bajo el argumento de la tradición cultural. Sin embargo, la aprobación de la Ley 2385 en 2024 y ahora su ratificación marcan un cambio definitivo de rumbo.
La decisión también representa un precedente jurídico en América Latina, donde persiste la tensión entre preservar costumbres ancestrales y garantizar la protección de los animales como seres sintientes, un principio cada vez más reconocido en las legislaciones modernas.
Con la decisión de la Corte Constitucional, Colombia cierra el capítulo de las corridas de toros y otras prácticas con maltrato animal, priorizando el bienestar de los seres vivos y la dignidad humana sobre tradiciones que habían estado arraigadas durante décadas.
La sentencia no solo marca un triunfo en materia de derechos animales, sino que abre un espacio para replantear las expresiones culturales y construir nuevas formas de identidad nacional que estén libres de violencia y sufrimiento animal.
