Cacao metense viajará a Ámsterdam tras ganar plata y bronce en el Concurso Nacional Cacao de Oro

El Meta vuelve a dejar en alto el nombre de los Llanos. Más de 240 familias cacaocultoras celebran con orgullo un nuevo logro que demuestra la calidad y la pujanza del campo metense. Las asociaciones Acaprocastilla, de Castilla La Nueva, y Coopasopadra, de El Castillo, conquistaron los premios plata y bronce en el Concurso Nacional del Cacao de Oro, uno de los escenarios más importantes del país para el cacao fino de aroma.

Este reconocimiento no solo destaca el sabor y la excelencia del cacao llanero: también abre la puerta para que el Meta llegue a uno de los escenarios más prestigiosos del mundo. Gracias a estos galardones, los cacaos de ambas asociaciones serán presentados en la Feria Chocoa 2026, en Ámsterdam, donde se reúnen chocolateros, compradores y expertos de talla internacional.

En el corazón del Llano, donde la tierra y la tradición van de la mano, las 62 familias de Acaprocastilla y las 180 de Coopasopadra han fortalecido su labor gracias al programa Agroemprende Cacao, impulsado por Ecopetrol, el Gobierno de Canadá y Socodevi. La mejora en la fermentación, el secado, las buenas prácticas agrícolas y el cuidado del grano ha permitido que el cacao metense se ubique entre los mejores del país.

Para Luis Enrique Aguilera, productor de Acaprocastilla, este logro es un motivo de esperanza: “Para nosotros es muy importante, ya que nos abre puertas para el tema de comercialización. Ya tenemos el cupo para ir a Ámsterdam y darnos a conocer allá”, celebró.

Desde El Castillo, Arnulfo Góngora Roncancio reconoce el valor del trabajo mancomunado:

“Es la primera vez que recibimos un reconocimiento así. Es un premio al esfuerzo de los cacaocultores de El Castillo. Hemos mejorado en producción y asistencia técnica, y eso ya se nota en la calidad”.

Con este triunfo, el Meta completa cinco años seguidos —desde 2021— subiendo al podio del Cacao de Oro gracias a asociaciones vinculadas a Agroemprende Cacao. Una racha histórica que confirma que el cacao llanero no solo tiene calidad, sino visión, organización y un compromiso firme con el desarrollo rural.

El concurso, realizado en Santa Marta, evaluó criterios como sabor, aroma, posgusto y uniformidad del grano. Los resultados consolidan al Meta como un referente nacional y demuestran que, desde estas tierras amplias y fértiles, las familias cacaocultoras siguen transformando su economía y llevando el nombre del Llano a escenarios cada vez más grandes.

El Meta, tierra de trabajo, resistencia y sabor, vuelve a demostrar que cuando el campo se organiza y se apoya, el mundo entero puede saborear su grandeza.