El Guayacán o Flor Amarillo protagoniza un espectáculo natural en Villavicencio

Cada año la puerta al llano es protagonista de un espectáculo natural que pinta con el color del sol el paisaje y cubre las calles de la ciudad con una inmensa alfombra de color amarillo.

El Guayacán, Araguaney o también conocido como Flor Amarillo, ha sido fotografiado por turistas y habitantes del municipio al ser considerado un atractivo turístico por las llamativas flores que brotan una vez al año, entre febrero y mayo.

Este árbol, utilizado como ornamento en diferentes lugares del departamento y del país, emite un botón floral que al inicio es de un intenso color verde; pero luego de siete días su capullo se abre y sus flores se tornan amarillas, dura florecido entre tres o cuatro días, posteriormente un atractivo tapete de color pinta el pavimento por el brote de la planta que ya ha caído.

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El Guayacán mide de 12 a 15 metros de altura y tiende a ser confundido con el roble que posee una flor rosada, ya que también florecen para la misma época del año.

Además de la gran belleza que lo caracteriza y de poseer un tronco fuerte y compacto, también tiene gran relevancia para el llanero y la capital del Meta.

En el 2017 el Flor Amarillo fue escogido como el “Árbol de la Vida” sembrado en el parque los Fundadores por la máxima autoridad de la iglesia católica, el papa Francisco, como símbolo de paz, vida, reconciliación y esperanza. Por otra parte, su nombre hace referencia a uno de los aires del joropo.

Su madera es apreciada para trabajos de carpintería y regularmente utilizada para la fabricación del mandadero o también conocido como perrero; vara o palo delgado y fino que es adornado con tira de rejo crudo.

“En las fincas siempre había un mandadero y lo utilizaban como bastón, para ahuyentar los perros de la cocina y también para el arreo en trabajos de llano”, explica Nubia Garzón, mujer del campo oriunda de Granada Meta.

Sin embargo, esta especie es altamente valorada si no se tala para disfrutar de su sombra y apreciar el cautivador acontecimiento floral.