La sabiduría de la partera Bertilda Lozano trajo a muchos villavicenses a la vida
En las apacibles calles del barrio Los Libertadores de Villavicencio, la figura de Ana Matilde Lozano se destaca entre el verdor y la historia que permea cada rincón y es por esto que sin duda comparte la inspiradora historia de su madre, Bertilda Lozano Ramos, una mujer cuya vida ha dejado huellas imborrables en la capital del Meta.
Con el barrio como testigo, Ana Matilde relata que hace más de 50 años, cuando el barrio Libertadores apenas contaba con unas pocas casas y la vegetación era la dueña del paisaje, su madre llegó con ella y sus hermanas. Bertilda, conocida cariñosamente como "mamá Bertilda", se convirtió en una de las fundadoras del barrio y una de las pocas que permanece en ese lugar.
La historia de Bertilda se entrelaza con la labor altruista que fue compañera como partera durante más de 40 años. Su amor por la comunidad y su dedicación a la atención de mujeres embarazadas la llevaron a ser una figura emblemática en la comuna dos. Su hija Ana Matilde describe cómo "mamá Bertilda" estaba siempre dispuesta a ayudar, incluso si las mujeres no tenían recursos para pagarle por este oficio tradicional y cultural.
Nacida en Nilo, Cundinamarca, Bertilda Lozano Ramos encontró en Villavicencio su nuevo hogar después de enfrentar la separación de su esposo. Fue en este contexto que descubrió su vocación como partera, un oficio que ejerció con pasión y dedicación.
Las hijas de Bertilda relatan que su madre se dedicó a la partería después de recibir una solicitud frecuente de una mujer que necesitaba ayuda. Desde ese momento, entendió que esa era su verdadera vocación y dedicó su vida a asistir partos en los barrios Brisas del Guatiquía, Industrial, San José, Colinas y Los Libertadores, donde contribuyó al nacimiento de miles de bebés a lo largo de generaciones.
Bertilda Lozano no solo confiaba en su instinto y experiencia, sino que también se formó, realizando cursos de partera en el Hospital Departamental de Villavicencio y de primeros auxilios en la Cruz Roja. Su compromiso de brindar el mejor cuidado a las mujeres en el proceso de gestación, parto y posparto la convirtió en un pilar indispensable para la salud materna en la ciudad, principalmente en los barrios más vulnerables.
"Fueron miles de partos los que atendió. En ocasiones a generaciones completas de hijos, nietos y bisnietos", aseguró Betty Ortiz Lozano, hija menor de Bertilda.
Cristina Reina Hernández, una de las madres a las que Bertilda asistió, elogia su parto y recuerda con cariño cómo la partera se encargó de la expulsión de la placenta y brindó cuidados postparto con hierbas medicinales.
"Mamá Bertilda era la mejor partera, ella fue quién recibió a mis hijos, fue quien se encargó de la expulsión de mi placenta y durante 15 días me cuidaba y me bañaba con hierbas medicinales el día que cumplía mi dieta".