La Guerra de los Mil Días - Capítulo 5 | Así se fundó Villavicencio
La economía llanera seguía creciendo, empresarios de Villavicencio como Sergio Convers, Emiliano Restrepo, Hipólito Escobar y José Bonnet seguían invirtiendo grandes capitales en sus haciendas y fundando nuevas sociedades, especialmente dedicadas al comercio y la navegación, que gracias al río Meta, sería uno de los pilares de la economía de la región.
El puerto de Orocué construyó un vínculo comercial importante con Villavicencio, y está, a su vez, con Bogotá. La compañía `Escobar & Cía.´ de propiedad de Hipólito Escobar y José Bonnet, potenciaron el comercio exterior con su embarcación a vapor, bautizada `El Libertador´, permitiendo la exportación de productos agropecuarios y la importación de maquinaría y tecnología.
El panorama pronto cambiaría; tras la bonanza económica, se estaba cociendo la tragedia. La rivalidad entre los partidos Conservador y Liberal se incrementó y ya empezaba a dar luces de lo que acontecería. En 1895, un grupo de rebeldes liberales ocasionaron una escaramuza en San Martín de los Llanos, y a pesar de ser fácilmente reprimida, dio una advertencia… los llanos orientales se convertirían en el escenario principal de `La Guerra de los Mil Días´.
El 30 de septiembre de 1899, un comando de 200 liberales armados se tomaron las poblaciones de Villavicencio, Medina, Uribe y San Martín. El Gobierno Conservador, en respuesta a la agresión, envió un centenar de soldados bajo el mando del General Mariano Ospina Chaparro, quienes descendieron desde la Capital de la República.
Los brotes de violencia empezaban a suceder a todo lo largo y ancho del país. Los gobiernos civiles de las diferentes poblaciones fueron desconocidos por los militares y cesaron sus actividades administrativas; el ambiente se había tornado muy hostil debido a los múltiples combates entre conservadores y liberales.
La Guerra se fue recrudeciendo, el uso de inmuebles como refugio y campamento, el consumo de las cosechas y ganado como provisiones por parte de los ejércitos, pronto dejaría en bancarrota las haciendas. El terror y la quiebra se apoderaron de Villavicencio y demás poblaciones aledañas; empresarios y trabajadores empezaron abandonar sus haciendas y viviendas. Donde alguna vez hubo grandes plantaciones, miles de animales y una economía próspera, pronto se convertiría en un campo de batalla, lleno de cuerpos y miseria.
El bando liberal afianzó su posición en los Llanos de San Martín, convirtiendo el territorio en retaguardia y fuente de provisiones. El río Meta, por el que antes pasaban embarcaciones llenas de productos y mercancías, ahora servía para importar el armamento de las filas liberales.
Para el año 1901, los Liberales ya habían unificado su ejército bajo el mando del General Rafael Uribe Uribe, por lo que decidieron ascender hacia Bogotá. Cesáreo Pulido y Juan MacAllister avanzaron hasta Guasca y Rafaél Uribe Uribe avanzó sobre la población de Chocontá. En su campaña por Cundinamarca, los Liberales fueron golpeados por las fuerzas oficialistas hasta hacerlos retroceder a la población de Medina.
En 1902, el ejército Liberal se encontraba debilitado, por lo que sus dirigentes no encontraron otra opción que firmar el Pacto de Medina el 2 de abril de aquel año… a pesar de su firma, al regreso de cada líder liberal a sus respectivas regiones; Cesáreo Pulido en el Tolima, Rafaél Uribe Uribe en el Magdalena, Benjamín Herrera en Panamá MacAllister en Villavicencio y sus alrededores, estos mantuvieron las confrontaciones armadas, provocando nuevamente la reacción de los Conservadores.
Tras la captura y fusilamiento de Pulido en el Espinal y la fácil recuperación del control en los llanos orientales por parte del bando Conservador; para Rafaél Uribe Uribe y Benjamín Herrera, no les quedó más alternativa que firmar la paz y el armisticio, el primero con el tratado de Neerlandia el 18 de octubre; el segundo, con el tratado de Wisconsin el 21 de noviembre, firmado a bordo de un buque de los Estados Unidos.
Con el fin de la 'Guerra de los Mil Días', las haciendas quedaron abandonadas y arrasadas; por el río Meta ya no transitaban las embarcaciones repletas de mercancías hacia el exterior. La próspera tierra de los Llanos de San Martín con su capital Villavicencio, habían dejado de existir, y su recuperación no llegaría sino hasta entrado el siglo XX.
La comunidad salesiana, quienes eran los encargados de las misiones y la educación antes del estallido de la Guerra, abandonaría los llanos orientales; con su salida, llegó la Compañía San Luis de Monfort y las Hijas de la Sabiduría; misiones que marcarían el futuro de la ciudad de Villavicencio en su educación, cultura y arquitectura.
Investigación y redacción: Ramón Mejía Jurado.
Ilustración realizada con bolígrafos por el artista Oscar Mancera Clavijo.
Capítulo 1. De Los Antecedentes
Capítulo 2. De Gramalote a Villavicencio
Capítulo 3. Paraíso Agropecuario
Capítulo 4. Ciudad Capital
Capítulo especial - El Gran Incendio de Villavicencio
Capítulo 5. La Guerra de los Mil Días
Capítulo 6. Llegada de la Comunidad de Monfort
Capítulo 7. El Dominio Monfortiano
Capítulo 8. La vía al llano
Capítulo Especial - El Terremoto de 1917
Capítulo 9. Modernidad en el Siglo XX
Capítulo 10. La industria en Villavicencio
Capítulo Especial. El Teatro Cóndor
Capítulo Especial. La huella de la iglesia católica en Villavicencio
Capítulo Especial. Monumento a Cristo Rey
Capítulo Especial. La industria petrolera
Bibliografía.
Camargo Hernández, Ernesto José. (2019) Una frontera transformada. La configuración regional de Villavicencio y sus alrededores a partir de 1860. Universidad Javeriana. Bogotá, Colombia.
Espinel Riveros, Nancy; Núñez de Velasco, Ángel. (2008) El Centro Fundacional. Produmedios. Bogotá, Colombia.
Rausch, Jane. (2011) De pueblo de Frontera a Ciudad Capital. Banco de la República-Universidad de los Llanos. Bogotá, Colombia.