Ernesto Orjuela Escamilla, el escritor del Atlas Lingüístico de los Llanos del Orinoco
“La gente me relaciona mucho con Casanare y Arauca por la presentación, por mi vestimenta”, comienza diciendo a We Love Villavo, Ernesto Orjuela Escamilla, más conocido por su seudónimo artístico “Guarataro”, un llanero de “pura cepa”, oriundo del municipio de San Martín, pero que ha dedicado su vida a conocer la región de la Orinoquía con profunda curiosidad y detalle, cualidades características de un escritor.
“Felizmente he vivido prácticamente en todos los departamentos llaneros, pero soy orgullosamente metense”, dice con una sonrisa y energía envidiable para sus 75 años de vida.
“Guarataro” carga en su espalda el peso de la historia, de esos primeros años de vida donde la violencia bipartidista dividió a los colombianos y trajo consigo un momento histórico catalogado por muchos como la “época de la violencia”, motivo por el cual tuvo que desplazarse como gitano de un municipio a otro; de San Juan a San Martín, luego Guamal y finalmente la capital del país.
“Yo estaba pequeño, estamos hablando del año 1950 y 1952, para ese momento había eclosionado la violencia tras la muerte de Jorge Eliecer Gaitán. Mi infancia fue muy dura y mi familia se fragmentó a causa de esa situación, por eso no tengo ideología política”, dice.
Ernesto Orjuela Escamilla habla con lentitud, pero con solemnidad, escapando versos y rimas mientras recuerda episodios de su vida, evidenciando ese talento innato como declamador, tan propio de él como la inteligencia lingüística que le ha permitido desempeñarse como periodista y escritor.
Estudió Topografía en Escuelas Internacionales de Colombia; sin embargo, esa relación estrecha con el llano y las letras tejieron un camino distinto para lo que sería su proyecto de vida. En el 1996 se radicó en la capital del Meta y ese mismo año escribió su primer libro Relatos y Poemas Llaneros; en el año 2002 publicó su segundo libro Tratado de Cultura Ciudadana y 10 años después tiene en borrador lo que sería el Atlas Lingüístico de la Orinoquía Colombo - Venezolana, un texto de 200 páginas, con 20 años de trabajo e investigación.
“Yo prefiero llamarlo Atlas Lingüístico de los Llanos del Orinoco. Lo comencé a redactar en 1980 en un proceso donde estuve en Arauca, Casanare, Meta, Vichada y hasta Guainía”, explicó el escritor.
Su último libro “Verídicos Relatos de Fantasmas y Otros Hechos Insólitos”, es una recopilación de un trabajo periodístico donde relata varios hechos y acontecimientos fantasmagóricos de Villavicencio, otros municipios del Meta y del país en general.
Con sincera modestia manifiesta que para él escribir es como un juego, una actividad que hace con profunda entrega, al igual que el ejercicio profesional del periodismo. Fue reportero del Diario del Meta y Territorios Nacionales, en el año 1980. En el 2000 fue director y editor de la Revista Meta. También fue cofundador de Alma Llanera, que circuló entre el año 2002 y el 2007.
Mientras le muestra al equipo de We Love Villavo la cámara EOS Rebel T6 que carga consigo para los viajes que de manera recurrente hace, deja escapar de sus labios con una emoción evidente, otra de sus pasiones: la fotografía de paisajes, fauna y flora, la cual ha realizado desde hace 10 años y que hizo parte de una exposición realizada en 2018, llamada “Lo que captó el lente”.
“Manifiesto públicamente que manejo un angustioso bajo perfil, y diría con Pablo Neruda, que “la sencillez y la humildad han sido mi honor y mi vergüenza”. Sin embargo, he de confesar que tengo cientos de fotos, 50 poemas llaneros,10 canciones y algunas de esas ya grabadas. Por otra parte, perdí la cuenta de los textos académicos e investigativos que he realizado, además de los libros que ya he publicado”.
Con ese amor que profesa Ernesto Escamilla a su patria chica, redactó y socializó el acuerdo N°015 de 2008 por el cual se oficializó el día de la llaneridad. Hoy “Guarataro” recuerda con aprecio su pasado, reconociendo que es un enamorado de estos llanos, que lo inspiran cual musa.