En el llano se encuentra la reserva natural de la sociedad civil más grande de Colombia
En la región de la Orinoquía se encuentra un departamento que se extiende en el piedemonte de la cordillera Oriental de los Andes colombianos. Su nombre es Casanare, un territorio que se caracteriza por su exuberante fauna y flora.
Es tanta su abundancia que en este departamento se encuentra el Hato La Aurora, la reserva natural de la sociedad civil catalogada como la más grande de Colombia, ubicada entre los municipios de Paz de Ariporo y Hato Corozal, en la vereda Matapalito, entre los ríos Ariporo y Chire, a una distancia aproximada de 180 km de Yopal.
En sus 16 mil hectáreas se estima que habitan más de 350 especies de aves, 42.000 chigüiros, 2.500 venados, decenas de pumas y hasta 27 jaguares, el felino más grande de América que convive con miles de vacas y cientos de caballos en este lugar, que por su belleza pareciera ser el edén llanero.
Armando Barragán, un llanero de pura cepa, desde 1974 trabaja junto con su familia para proteger y conservar la biodiversidad que habita en la reserva natural, que posee el tamaño de una décima parte de Bogotá. De hecho, Jorge Barragán, uno de los hijos del creador del Hato La Aurora, le dijo a la revista Semana que en este lugar han habitado por lo menos 46 jaguares.
“Desde 2009 hemos registrado un censo histórico de 46 jaguares en la zona. Sin embargo, los monitoreos que hacemos cada mes nos evidencian que en la reserva permanecen cerca de 10 de estos felinos, animales que necesitan amplios terrenos para vivir”, explicó Jorge Barragán.
Miles de personas han llegado a la tierra del “sendero de la libertad”, con el objetivo de conocer la cultura y riqueza faunística de la Orinoquía y el lugar predilecto para dicha tarea es el Hato la Aurora, por este motivo nacionales y extranjeros llegan con sus cámaras a inmortalizar los paisajes que solo allí se puede presenciar y contemplar. Muchos han argumentado que no es casualidad el nombre del lugar, porque pareciera que le hace honor a los enérgicos y anaranjados atardeceres y amaneceres, que nada envidian a las imágenes que se muestran en la televisión o en las películas de Hollywood sobre África.
Además, aquí también se ofrece un servicio ecoturístico que posee como mayor atracción el Safari Llanero, donde el visitante puede observar vida silvestre en su estado natural, conocer y participar de la vida de los hatos ganaderos de los llanos orientales, interactuar con la cultura local, navegar por ríos, sentir el silencio de la selva y la sabana y el contacto profundo con la naturaleza.
Comúnmente es visitada en verano, ya que es la época del año cuando más oportunidades se tiene de observar toda la fauna que habita allí, son muy altas las probabilidades de avistar jaguares y anacondas, como los animales se aglomeran alrededor de las lagunas y esteros, ofrecen un espectáculo único.
Sin embargo, durante todo el año es visitada por ornitólogos y observadores de pájaros de todo el mundo y científicos que llegan a estudiar la biodiversidad y esa armonía con la que conviven las diferentes especies con el jaguar. Sin lugar a duda es un sitio para sentirse orgulloso de ser llanero.