El asesino de Natalia Fernández fue condenado a 38 años, dos meses y 10 días
El 18 de junio Carlos Andrés Santoval Villamizar, de 22 años, fue condenado a 38 años, dos meses y 10 días como autor material del delito de feminicidio agravado contra Natalia Fernández Montoya.
Así lo hizo saber Sori Fernández, hermana de Natalia, a través de las redes sociales donde agradeció a todos los que apoyaron la lucha de su familia para que el caso no quedará impune y se hiciera justicia.
“Hoy se hizo justicia por ella (Natalia Fernández), pero también se dejó un claro mensaje para esos asesinos que aun sabiendo que pueden hacer daño a las personas no buscan ayuda, porque su nivel de maldad es superior su capacidad de controlar esos instintos. Si no se van a detener por convicción, al menos que lo hagan por temor a la condena”, dijo Sori Fernández.
Según el reporte de Medicina Legal, Natalia Fernández falleció por asfixia mecánica el 13 de octubre a las 2 de la mañana. Dos días después fue encontrada sin vida en el interior de su habitación por un vecino y su expareja, Carlos Andrés Santoval, quien confesó ser el autor del crimen.
La información de algunos testigos indica que Natalia y su expareja habían sostenido una discusión en el apartamento de ella el lunes 12 de octubre en horas de la noche. “Santoval habría golpeado a la joven en varias partes del cuerpo y, posteriormente, se presume que la estranguló”, explicó el Espectador.
Mediante orden judicial, fue capturado en la ciudad de Monterrey (Casanare) por la Policía Nacional, trasladado a Villavicencio y presentado ante el juez de garantías. En la capital del Meta la Fiscalía le imputó cargos por el delito de feminicidio agravado, el cual no aceptó.
Razón por la cual, desde el día del crimen la familia de la joven realizó un sinnúmero de actividades, como plantones y campañas a través de redes sociales, con el objetivo de exigir justicia y mayor celeridad en el proceso, ya que la familia temía que se presentará un posible vencimiento de términos.
Sori Fernandez asegura que su lucha individual culminó, pero continúa en la lucha colectiva contra la violencia de género, para evitar que más mujeres sean víctimas de feminicidio.
