Carta abierta a la señora ministra de Cultura Patricia Ariza Flórez
Villavicencio, Meta – Colombia
Cordial saludo.
Señora ministra Patricia Ariza
Somos conscientes de los retos que exige la cartera de cultura en un país donde se ha creado una deuda histórica con el sector y en el cual, paradójicamente, su pueblo cuenta con una diversidad y riqueza cultural que mantiene viva, a través de miles de artistas en las diferentes regiones de nuestra Colombia, la misma que ha sido sometida al yugo de la guerra, opacando con las detonaciones y los llantos, las sonrisas y bullicios que despierta nuestra cultura.
El gran reto es timonear este barco por esas aguas turbulentas, por lo tanto, cuente con nosotros, las y los artistas y gestores culturales llaneros abajo firmantes, como parte de su tripulación. Nos sentimos orgullosos de que una artista y maestra sea nuestra capitana, la ministra de Cultura.
Conocemos la enorme y generalizada crisis derivada de fenómenos globales, regionales y locales cuyas consecuencias económicas, sociales, ambientales y políticas no se han hecho esperar.
Entendemos también que se ha recibido de manos del gobierno saliente un país empobrecido, hambriento y endeudado, con una institucionalidad sometida a la peor de las derrotas éticas que la historia nacional conozca, derrota que solo pudo conducir a la pérdida máxima de la confianza de la gente hacía sus dirigentes. Difícil, pero no imposible, será para todos salir de un abismo así, tan hondo, oscuro y estéril.
Quienes suscribimos esta misiva somos vecinos y vecinas de la Orinoquía colombiana, gente pacífica, generosa y feliz. Artistas, agentes culturales y habitantes propios de los departamentos llaneros donde el joropo parece heredarse con los genes. Allí donde el canto es el aliciente dulce que acompaña todo sentir, todo arte, todo oficio, toda actividad vital y toda faena. Allí mismo donde un banco no es una institución financiera sino un alto suelo.
Nuestra cultura nos acompaña a diario, los cantos de trabajo que alegran las labores campesinas y rurales, la música llanera que escuchamos en el transporte público y comercios de la ciudad, el joropo que es descarga de energía y alegría, la cocina que alimenta nuestro pueblo. Somos testigos de nuestra riqueza, apetecida y amada por nativos y turistas. Sabemos que nuestra cultura es un activo que traerá progreso a la región y como dice nuestra vicepresidenta Francia Márquez, en los llanos también podremos vivir sabroso.
Para dignificar nuestra cultura, democratizar su creación y goce, para entregarle vida digna a nuestros artistas y frenar el despilfarro presupuestal, necesitamos arrebatar la gestión cultural del lazo de la mediocridad.
Desde aquí, señora ministra, le estamos solicitando de la manera más respetuosa y cariñosa posible, apelando además a su corazón de artista, que a la mayor brevedad posible escuche nuestro llamado y atienda las denuncias y propuestas que aquí presentamos, acciones que consideramos necesarias en el largo camino por dignificar la cultura.
Le informamos que acaba de concluir el Torneo Internacional del Joropo “Miguel Ángel Martín” en su versión número 54, evento concertado entre el Ministerio de Cultura y la Gobernación del departamento del Meta.
Para nosotros, señora ministra, joropo es una “forma de ser” y el Torneo el espacio para expresar esa forma de ser, elevándola a su máxima instancia. El Torneo Internacional del Joropo ha sido por tradición el tiempo y el espacio, propicios para reunir las más puras manifestaciones de nuestra cultura. En él se encuentran lo más excelso de los y las artistas de los llanos de Colombia y Venezuela; quienes buscan cada año ganarse un sitial en la historia, un reconocimiento entre sus pares, un trofeo y unos riales que son la solvencia de las necesidades económicas personales y familiares, en ese duro batallar de los y las folcloristas.