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Cantos de domesticación | Cantos de trabajo de llano


Los cantos de domesticación, son un conjunto de expresiones inmateriales que comparten Colombia y Venezuela, y tiene por función domesticar a las bestias por medio de las variantes orales y sonoras interpretadas a capella en los hatos y fincas o en la inmensidad de las sábanas.


Estos sonidos como gritos, silbidos y japeos, alternados con el canto o tonada, son utilizados desde hace más de doscientos años para que el animal pueda acostumbrarse a la presencia humana, posteriormente obedecer a una acción específica (corra, camine o se detenga).

“Ni po’ el carajo el llanero se queda callao, por eso el grito hace parte de los sonidos del campo, uno le pega un grito a un animal y él entiende, se queda quieto o se devuelve, porque hace parte de esa forma de comunicarse con el entorno”, aseguró Hugo Mantilla Trejo, escritor e investigador cultural.

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Esta tradición de la que es portadora los hombre y mujeres del llano, está asociada a los oficios de los vaqueros y los llamados de domesticación eran usados cuando la voz del cantor estaba cansada o particularmente el jinete no dominaba la tonada.


Los silbidos al igual que el canto, poseían un sonido de carácter distintivo, de manera que se lograba identificar la actividad; cuando se ordeñaba, se trataba a los caballos, o se llamaba a los perros.

La naturaleza comparte las melodías con el hombre que habita la llanura por eso utiliza elementos tales como los cachos (cuernos del ganado, usados como bocina) en reemplazo o como complemento del grito para llamar al ganado.


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(…) cuando yo fui criado en un hato me daban un cacho para que llamara hasta a los marranos que estuvieran comiendo por allá para darles la ración, y a eso se acostumbra, y cuando a uno lo ponían de cabrestero, uno cogía ese cacho hacía “¡tu tu tu!” y el ganado se afilaba ahí detrás de uno, explicó Nereo Cano Guerrero, portador de los cantos de trabajo de llano.

Los gritos, interjecciones y japeos, se escuchan con mayor frecuencia en el campo, rememorando las épocas de antaño, cuando se extendía en la tierra plana las melodías del hombre que disfrutaba la improvisación de versos.



Agradecimientos al escritor e investigador Hugo Mantilla Trejo, quien ha aportado información para la construcción de Cantos de trabajo de llano. A la familia Perdomo del Criadero Juanambu por su colaboración para las fotografías. Fotografías: Laura Casas, Director del Proyecto: Guillermo Mejía.


Bibliografía.

  • Ministerio de Cultura y Fundación Erigaie. (2013). Plan Especial de Salvaguardar de carácter urgente Cantos de Trabajo de Llano.

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