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Iván Darío Sánchez Rojas


Iván Sánchez es un fotógrafo Villavicense que ha querido llevar a la fotografía el realismo mágico y la cosmovisión de las diferentes comunidades y culturas de un país que tiene muchos países en su interior.


Iván Darío Sánchez Rojas nació en Villavicencio el 6 de febrero de 1986. Estudió Artes con énfasis en medios audiovisuales en la Universidad de la Guajira.


Su gusto por la fotografía se cultivó desde niño cuando viajaba constantemente por el trabajo de su padre. Visitar Boyacá, Huila, Meta, Bogotá y Cundinamarca le permitió conocer muchas personas, hacer muchos amigos, aprender de sus culturas y disfrutar de los paisajes, lo que para Iván fue una experiencia y un choque cultural que quiso empezar a retratar.

“Somos un mismo país, pero ese mismo país es muy rico en cultura” comenta.

Cuando decidió retratar la riqueza cultural de nuestro país, Iván no tenía mucho dinero para comprar una cámara, por eso opto por el dibujo, aunque reconoce que sus habilidades no son las mejores.



Un día, su tía Luz Mila rojas Zamudio radicada en la Guajira lo invitó a conocer el mar, él estaba entusiasmado con la idea que además le permitiría conocer por primera vez una comunidad indígena; por ello se aventuró en un viaje que nunca imaginó, le cambiaría su vida para siempre.


Iván conocía a muchas personas, comunidades y culturas, pero nunca había tenido un grupo indígena de cerca, y fue con los Wayúu que tuvo su primera experiencia, permitiéndose compartir con ellos, aprender de ellos y abrir su mente frente a lo que son las cosmovisiones humanas.

“Mi papá es el llano y mi mamá es La Guajira”

afirma con emoción.

Durante el viaje, su tía le insistió en hacer un técnico en el SENA para que trabajará en el Cerrejón, aspiración de cualquier familia guajira, sin embargo “el destino no juega a los dados”, él decidió acercarse a las instalaciones Universidad de la Guajira y con su pinta de metalero, vestido de negro y mechudo en medio de ese calor, mientras hacía la fila para recibir información y asesoría, un joven le comentó que lo que él debía estudiar era Artes.


Ante su decisión de entrar a dicha carrera, sus hermanos, con lo poco que tenían, lograron obsequiarle su primera cámara y así empezar su carrera como fotógrafo, incursionando en el campo de la fotografía urbana y en las prácticas propias de este campo.


Luego de graduarse de la Universidad, una vez más el destino lo condujo a otra de sus más grandes experiencias. Mientras caminaba por la playa en el Valle de los Cangrejos decidió tomar una fotografía a unos botes anclados a la orilla del mar, foto que enviaría al Premio Nacional de Fotografía en la categoría Urbana y de la cual saldría ganador.


Allí su carrera despegó siendo invitado a galerías nacionales e internacionales; a elaborar cortometrajes y participar en más premios y festivales.


Así es como Iván construye su futuro, uno inspirado en los trabajos de Luis Royo, Ciruelo Cabral y la fotografía onírica; un trabajo cercano a lo fantástico, lo apocalíptico, una fotografía más profunda y conceptual “¿cómo retratar todo eso?” se cuestiona y su respuesta la encuentra en Salvador Dalí, quién era capaz de dibujar lo que soñaba.

Actualmente se encuentra trabajando en un documental que busca retratar lo étnico, “La pureza del alma Wayúu”, buscando sus miradas y sonrisas.



Espera un día dejar de trabajar para otros y dedicarse a sus proyectos, uno en el que se puedan combinar las cosmogonías de diferentes culturas y comunidades como la Wayuu con la ficción del realismo mágico de Gabriel García Márquez.


“Agradezco a la Guajira mi trabajo, mi estudio y mi profesión”

Iván Sánchez.

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